Si creían que iba a escribir algo sobre el 2 de octubre "no se olvida", están muy equivocados. Y esto lo digo por el título de esta entrada.
El domingo pasado me lancé al concierto de Manu Chao, el cual se llevó a cabo en la Huasteca ubicada en Santa Catarina, Nvo. León. A decir verdad fue un concierto que cumplió con mis espectativas: buena música, buen ambiente, excelente lugar, cerveza y, no podía faltar, el olor que impregnó todo el recinto: marihuana jejejeje (y eso que no la consumo).
El concierto o, mejor dicho, la travesía inició desde la entrada de la Huasteca, pues para llegar a la explanada era necesario tomar un pequeño autobus. En el autobus sólo cabían alrededor de 35 personas y, según el periódico, hubieron más 9000 almas presenciando el concierto —sólo habían dos autobuses, así que hagan las cuentas de cuantas vueltas dieron jejeje—.
Para las ocho de la noche la explanada de la Huasteca lucía casi un lleno, la mayoría de las personas estaban sentadas deleitándose de las primeras cervezas (qué eran Sol :() y de los primeros churros de yerba. Realmente, a esa hora ya había tocado un grupo que nadie le hizo caso, por lo que sólo tocaron dos rolas jejeje. A las 8:30 tocó otro grupo, Sonidero Nacional, formado por el ex integrante de Control Machete, "Toy", el cuál logró prender a la gente con su mmmmm tecno-cumbia-electro-ballenato-reggetón, o algo así.
Después de estas dos primeras banditas que tocaron, y de un receso de aproximadamente 20 minutos, los primeros gritos de la gente se hicieron llegar: "Oe, oe, oe, oe... Manuuuu, Manuuu" y las 9:30 empezó el verdadero concierto.
EL EFECTO MANU CHAO
Pocos conciertos he visto en los cuales toda la gente se le entrega, en toda la extensión de la palabra, a una sola persona o a un grupo, uno de ellos fue el de la Leyenda viviente Roger Waters, el otro, el de Manu Chao. Desde que salió al escenario y antes de articular una palabra, los gritos y los bailes de las personas era algo ya incontenible. Las pancartas aparecieron en el escenario, las cuales hacían mención de los problemas de la Huasteca de convertir esa reserva natural en un campo de Golf. Las banderas con la hoja de marihuana ondeaban por todo lo alto y el climax subió a niveles estratosféricos.
La primera rola de Manu fue "Panik Panik", y parecía que fue lo único que se necesitó para que la gente se electrizara y se le entregara al grupo en su totalidad. Las canciones seguían una tras otra, sin la necesidad de un "gracias" o un "la siguiente canción..." o qué se yo. A la mitad del concierto, fue cuando Manu tomó la palabra para hablar hacerca del problema de la Huasteca, pidiendo conciencia a la gente.
Las canciones seguían y para iniciar la segunda hora el grupo se dedicó a tocar sus grandes éxitos, como las ya conocidas "clandestino" y "desaparecido", hasta éxitos de Mano Negra —que, creo yo, fueron de las mejores—. La euforia de las personas seguía y era increíble ver como no dejaban de bailar, de brincar, de gritar, de.. fumar, etc... Y como no hacerlo, pues con el simple hecho de estar en un lugar como la Huasteca es más que mágico para obtener energía de la misma naturaleza. La verdad, la fusión entre Música-naturaleza siempre logra un efecto muy especial entre las personas, pues es cuando, creo yo, el hombre y la naturaleza se fusionan en uno solo.
Para despedirse, el grupo tocó la mexicanísima canción de "Volver, volver, vOOOOOOOlverrrr...", al estilo Manu Chao claro está. Toda la Huasteca coreo esa canción a todo lo que se podía, las banderas se ondeaban con más fuerza, las mujeres brincaban sobre los hombros de quienes las cargaban, la marihuana hacía un espeso humo sobre el escenario, de la parte trasera de la huasteca bajan dos personas rapeleando, las personas se movían al ritmo "jocoso" de la música y la guitarra desmadraba —en el buen sentido de la palabra— esa canción.
Claro que no fue la despedida final, pues después de esta canción tocaron como 10 rolas más y se despidieron como 3 ocasiones, no sin antes, después de la que ya parecía la despedida final, regresaron todos los integrantes de la banda brincando y haciendo desmadre para "abrochar", ahora si, el concierto.
El evento en sí fue un viaje por el tiempo, se tocaron canciones de todas las épocas de estos grandes músicos. Cabe mencionar que lo de grandes músicos no lo digo no más por decir, sino que el guitarrista es una "bestia", pues no dejó de requintear y de hacer "llorar" a la guitarra en todo el concierto.
La verdad, si tienen oportunidad de ir a ver a Manu Chao en vivo se los recomiendo totalmente, pues aunque no se sepan ninguna de sus canciones (como una de mis acompañantes je), la música y los lugares donde siempre escoge este cantante para realizar sus shows, son una excelente combinación.
Para finalizar, y como muestra de la persona que es Manu, quien profesa el amor, la paz, la conciencia por la naturaleza, etc., éste hizo su propia labor: En la penúltima rola, casi al finalizar ésta, dos personas se subieron al escenario a bailar y brincotear con el banda, después de unos cuantos segundos de fama, el cuerpo de seguridad arremetió contra ellos sacándolos a la fuerza, en ese momento Manu dejó la guitarra, la cual se quitó rápidamente y la dejo caer, y corrió por ese par de jóvenes a los que regresó con él para que siguieran bailando y gritando con la banda en el escenario. Al terminar la canción el cantante los abrazó y los despidió para que se bajaran con la demás raza "mortal" que veían atónitos ese particular hecho.
En fin, una excelente noche plagada de grandes acontecimientos donde sólo falto la luna...
Puntos de destacar:
a) Me di cuenta, que al menos 7 rolas de todas las que tocó traen la misma música y requito, es decir, sólo cambian la letra, pero no por eso dejan de ser buenas rolas.
b) No hubo ningún incidente, algo extraño jejeje.
c) Manu Chao habla como los duendecillos del cereal "Lucky Charm" —o como se escriba— ejejeje.
d) Se puede decir que hubo una congregación de jipitecas, rockeros, fresas, Hippies, marihuanos, normales, emos, sñores, niños, etc.